La gran mayoría de las familias que acceden a este programa provienen de las personas que han superado etapas anteriores de rehabilitación y restauración en REMAR y comienzan a vivir en común con sus familias; otras veces familias que se encuentran en situación de emergencia social o extrema pobreza, sobre todo, y son admitidos en nuestros centros, y por último, casos de matrimonios que se contraen entre jóvenes del centro.